El personaje que busca el nirvana, ese es Siddharta escrito por Herman Hesse. Muestra el gran impulso humano por obtener la perfección, iniciando desde el desapego material hasta la obstinación del mismo. Ambos encuentros presentados desde la visión de lo que es más correcto para obtener el logro inicial, hasta llegar a la comprensión de que por ambas vías la perfección es una oportunidad solo para aquel que sabe apreciar y escuchar lo sencillo de la vida.
Es una constante búsqueda, aquella que quizá todos los seres humanos tenemos, esa de querer encontrarnos a nosotros mismos dentro de un mundo de superficialidades, falsedades y atajos morales. Para ello, nos internamos constantemente en nuevos mundos, nuevas creencias, ideologías que consideramos óptimas para dicho encuentro.
He ahí la pregunta de ¿dónde lo encuentro? (no especifico sujeto u objeto, cada quien sabe que quiere aunque no sepa donde este) Pero generalmente no solo se refiere a buscarse a sí mismo, sino que se convierte en una búsqueda de un otro que pueda contener dentro de sí, algo de ese sí mismo, es decir, de mi. No existe lugar, no existe casa, ni cuarto, ni número telefónico, solo sensaciones, emociones y sentimientos que solo cada quien puede comprender sabiendo del otro (sujeto u objeto).
Y existen muchas situaciones que ayudan a saber sobre el sí mismo: condiciones de soledad, en el comprender al otro, bajo el ensimismamiento, al encontrarme en el otro, unas de varias. Aunque son comprensiones de cada quien sin ninguna predisposición de teorías o hipótesis.
Por eso, esta es mi opción: ¿donde lo encuentro? ¿Entrecruzado en las palabras? ¿En la mirada ausente, en el cuerpo distante, en los sonidos mudos, en el tacto impalpable? Las condiciones me llevan a que hasta ahora tenga el privilegio de buscar en lo anterior. Por eso la palabra va más allá de algo palpable, perceptible o material. Es el encuentro del pensamiento que nos ve un día, de las emociones trascendentales del instante pasajero. Buscar y dejarse encontrar es el círculo vicioso de la vida que nos lleva al sin fin de aventuras por el inesperado camino de los acertijos. Actuando vivimos, llevo tiempo dando pasos, ¿serán certeros? Pero ¿dónde esta el tuyo o los tuyos?
1 comentarios:
Un beso en tus manos.... Y un abrazo en tus brazos.
Te deseo un buen día
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