ya no es la sombra

Ya el miedo no es encontrarme sola frente a faroles en la oscuridad que hacen aparecer mis rastro nocturno. Ya no es eso
Es el tiempo y la inconstancia de las agendas.
Es la fragmentación del control y de los planes venideros.
Ya no es la sombra a quien tanto le temo
Es a la profundidad de lo negro, esa cantidad de colores que no entrevemos con el color.
Hay un sin fin de miradas pero a todas ellas les temo porque cada una irradia una emoción diferente.
Le temo a lo que siento y a como puedo descrontrolarme por no saber manejar las situaciones.
Es el temor al encuentro... que no es mi sombra pero igual viene siendo el reflejo de la misma.

Hoy estoy cansada...

He tenido constantes deseos de escribir.
Tengo tanto cuento en la cabeza que en realidad no se por donde empezar la triste realidad de la vida, si contada en fábula, mito, cuento o fantasía, no lo se.
Porque todo es eso y nada al mismo tiempo.
Aquel intento de olvido de algunos, solo por idealizar que no es de todos, se convierte en una frustrante obsesión que nos despierta día a día con esa agonía de dejar a un lado ese sufrimiento que nos hace descender en los despojos del mal y en vez de olvidar se recuerda el tormento de la desgracia.
Y eso es lo que nos carcome el cerebro, nos da vueltas una y otra ves sin salir de ese circulo vicioso del pensamiento que hace y deshace sin premeditación alguna.
Solo el espectador es quien se da cuenta de aquel infortunio. Yo me convierto en habitante de teatros, dramas, suspensos, terrores, comedias y ficciones todos los días de la semana, tratando de llegar a racionalizar y de darle un empujón sano al sufrimiento del arte de la vida. Que locura… y dicen que no estamos locos… jajajaja