2008-12-14

Conservar


Con la llegada de la noche, solo me queda albergar al desgarrado corazon que incita a cesar su latir.
Que el silencio sea la cobija que calienta y amortigua el dolor de aquel incesante apaciguamiento de las voces, las miradas, los gestos, mas nunca del respito, porque no quiero llegar a la muerte del sentir.
Oh corazon! no dejes de latir, no te ajeles de mi.
Aunque me duele, solo te quiero a ti y solo pienso lo mejor para ti.