Los cuentos y las historias tienen de protagonistas a quienes saben del arte de vivir.
No me arrepiento, solo vivo… no exagero ni soy extravagante en gustos, solo vivo, me gozo todo e invito a quien se aparece en mi camino a vivir la felicidad.
La pastilla de la felicidad, el abrazo de la alegría, cual inesperado y reconfortante como el efecto placebo.
El personaje de mi historia se goza la vida. No lo dudo, aunque la nostalgia se apodera es parte de lo cotidiano y de la normalidad del ser humano, sentirse débil para invitarse a ser fuerte o por lo menos sobresaliente
El personaje de mi historia también llora y eso es una manera de gozarse la vida. Me la gozo, tanto que me agoto, pero me la gozo y aprendo a gozarme la vida de los otros.
El arte de vivir es el arte de gozarse el más mínimo detalle de un día, de una hora, de un segundo.
En un segundo hago de la vida un arte, el arte de vivir.
